Los que desarrollamos la profesión de Coach, y que estamos abocados al Coaching in Company, propiciamos un trabajo integral de comunicación, de fortalecimiento de talentos (o descubrirlos) y el desarrollo de las personas mientras hacen lo que hacen.
Las empresas tienen visiones, misiones, metas, objetivos, que le son propias. Por otro lado, también en la consecución de sus objetivos tienen sus formas, sus “para qué”, sus “cómo”. Y en la medida que avanzan en esta consecución cabe preguntarse: ¿qué es lo importante?, ¿qué es lo urgente?, ¿marchan juntos?, ¿están bien diferenciados?, ¿qué es lo primero?.
Si trazamos un paralelo con el reino animal, y sosteniendo que no hay raciocinio, sino instinto, intuición, cautela, atrevimiento, a ninguno de ellos (las distintas especies) se les ocurre “pensar” en lo urgente, sino en lo importante. Y para estos, ¿qué es lo importante?. Pues preservar la especie!!!. Que se extienda en el tiempo. El “clan” debe seguir… Y, ¿ en las empresas?.
Algunas veces se corre, se corre, en busca del bocado que le permita llegar a cumplir con los objetivos del mes, del trimestre, etc. Y en este correr y correr, lo importante queda desdibujado. ¿Será que lo importante es la “salud de la empresa”, pues de ella dependen sus colaboradores?. ¿Cuántas veces se trabaja aferrado al corto plazo, sin importar lo que pueda suceder en el futuro?. Y precisamente el futuro es ni más ni menos que la “buena salud de la empresa”.
Propiciamos que en las empresas, más que Gerentes haya Coaches que desempeñen esa función, en cualquiera de sus áreas. El Gerente/Coach, por profesión ha de tener una visión más amplia, persuasiva, comprensiva, sin dejar de gestionar por supuesto. Sin embargo en algunos casos, ese Coach es “postergado” por el Gerente, que persigue objetivos a corto y mediano plazo, sin detenerse en aquello de “preservar la especie” (la buena salud de la empresa).
Un vendedor, por caso, recibe las directivas de la empresa para comercializar sus productos a un determinado precio para obtener rentabilidad, sabiendo que por debajo de éste vendería a “pérdida”. Con el afán de vender, de cobrar una comisión, muchas veces ni se piensa en la empresa y sólo en el cliente o en el mercado. Tal vez ese gerente comercial, se deje llevar por el ímpetu de estar presente en el mercado y no observe el “deterioro de la salud”.
El Coach no se debe dejar “comer” por el gerente, ya que puede interferir en el buen funcionamiento de la empresa, y propiciar enfermedades que luego… ya no impactarán sobre los gerentes sino a la empresa misma, y la “especie” habrá desaparecido, dejando anécdotas con sabor a melancolía y tristeza.
El Coach puede facilitar una mirada en el mercado, en el cliente, en el colaborador y fundamentalmente en la empresa. El Coach, con la escucha efectiva, generosa y responsable (saber escuchar desarrolla la habilidad para responder hábilmente), persigue un objetivo: LO HICIMOS !!.
Luis Rubial