Una preocupación tradicional de todo departamento de Recursos Humanos ha sido cómo calcular el Retorno de la Inversión (ROI) de cada una de las actuaciones que realiza. El hecho mismo que exista una preocupación y que en determinadas ocasiones, incluso, no se alcanza a ver la manera de solventarla, nos indica que quienes proveemos servicios de apoyo a ese área somos, alguna manera, outsiders de la organización.
En una organización pública o privada, todos los procesos y recursos que se invierten tienen que estar encaminados a ayudar a ésta a alcanzar sus objetivos.
Desde RR HH siempre se ha pensado que una apuesta positiva por las personas y una gestión adecuada de ellas, sin duda nos ayudaba a alcanzar objetivos e incluso diferenciarnos de manera positiva de nuestra competencia. Pero no hemos encontrado la manera de concretar esta idea general para poder traducirlas en términos de ROI.