Tiempo atrás leí el libro Homo Deus, del israelí Yuval Noah Harari, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Bien dice su autor que es una breve historia del mañana. Lo recomiendo como lectura disruptiva para los tiempos en que necesites recargar tu batería.
Intentando sintetizar una obra majestuosa solo te diré que es un desafío al Hombre de este siglo y, más precisamente, a sus diseños del éxito social. Plantea Harari que hambrunas, plagas, pestes, sequías y guerras fueron constantes en la historia humana y que la inducción de los gobernantes a la ignorancia popular, asociada con el escaso conocimiento científico, llevaba a las gentes a vincular esas desgracias a castigos de los dioses, enojados por comportamientos “en pecado” de aquellos pobres seres. Esas creencias los condicionaban todo el tiempo, generando una confusa y multifacética moral.
El tiempo y otros dioses fueron poniendo las cosas en un lugar distinto. Hoy sabes que el Hombre no es ajeno a las catástrofes que padece. Las muertes masivas ya no son atribuibles a entes abstractos (como tampoco lo eran entonces) sino a sus propias decisiones. Cambia aquellas causas por las que expone la Organización Mundial de la Salud (OMS-Informe anual 2016): cardiopatía isquémica, accidentes cerebro vasculares, infecciones en vías respiratorias, cáncer, diabetes, EPOC, Alzheimer, diarreas, tuberculosis y accidentes de tránsito, en el top-10.