Cada día tu vida está más apoyada en aplicaciones tecnológicas. Comprendes los beneficios de “jugar” a dejarte llevar por esa dulce compañía, a veces hasta zonas adictivas. Algunos, tibiamente, ensayan límites al avance tech sobre sus espacios. Yo creo que no son límites, sino estaciones de paso. Inexorable el destino, a ritmo más lento nomás.
Hace unos días veía un informe en televisión en el que mostraban un tractor multipropósito para trabajar en el campo con mando a distancia y bajo una programación previa. Puede arar, sembrar, pulverizar, aplicar agroquímicos, cosechar, etc., mediante el acople de dispositivos auxiliares. Una de las ventajas, además, es la posibilidad que trabaje las veinticuatro horas y bajo diversas condiciones ambientales. Aún en estado de prototipo en su desarrollo, y como público genérico, neófito, me disparó este artículo.